Cambio Climático: ¿Se Logrará el Acuerdo de París?
Economía Global N.178
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Hay señales alentadoras, pero la última reunión en Bonn dejó recuerdos del fracaso de Copenhague.
Se acerca la fecha crucial. En diciembre de 2015 culminarán en París años de negociaciones para lograr un acuerdo climático en que las naciones del mundo se comprometan a aplicar medidas para frenar el calentamiento global. Las temperaturas ya han subido casi 1ºC desde la Revolución Industrial, y siguen subiendo. La meta es mantener el incremento por debajo del umbral de 2ºC, que los científicos han establecido como el máximo posible sin que el planeta se someta a cambios climáticos catastróficos e irreversibles.
¿Cuáles son los avances?
Contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC)
Para el 1º de octubre, 147 países habían presentado 119 planes voluntarios de acción (incluido el de los 28 países de la Unión Europea). Es decir, los planes son las contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés). Representan 87% de la población mundial, 94% del PIB y 86% de las emisiones globales en 2010.
Ciertamente estos planes reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero y habrá una mejoría respecto a lo que sucedería sin esos compromisos, pero el análisis de las Naciones Unidas muestra que los esfuerzos serán insuficientes. Las emisiones globales seguirán aumentando hasta 2030, con un incremento de entre 11 y 22% entre 2010 y 2030. Los compromisos, por sí solos, no bastarán para mantener el alza en las temperaturas promedio globales por debajo del 2ºC. Sólo podrán limitar el incremento a unos 2.7ºC para el año 2100, lo cual es insuficiente. Al menos el alza es menor al 4ºC-5ºC que se estimaba sin los planes de acción.
El cambio en las posiciones de China y Estados Unidos
En las reuniones anteriores de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas, el principal escollo en las negociaciones ha sido la intransigencia de China y Estados Unidos y su renuencia a aceptar sus responsabilidades frente al cambio climático.
Estados Unidos no ratificó el Protocolo de Kioto y se negaba a aceptar compromisos mientras no lo hicieran los grandes contaminadores como China. A su vez China, liderando a otros países en desarrollo, sostenía que los países avanzados fueron quienes causaron el calentamiento global durante su proceso de industrialización y, por tanto, son quienes deben de asumir el costo del combate al cambio climático. No había manera de superar el enfrentamiento entre estas potencias, que son los principales países emisores de gases de efecto invernadero.
Recientemente, se ha observado un gran cambio en las posiciones de ambos países:
En noviembre de 2014, el presidente Obama y el presidente Xi Jinping lanzaron un anuncio conjunto histórico. Se comprometieron a lograr el éxito de la Conferencia en París y adoptaron ciertos compromisos para reducir las emisiones.
El 25 de septiembre de 2015, ambos presidentes reafirmaron los compromisos adoptados en 2014 y los reforzaron con nuevos compromisos y una visión común para el éxito del acuerdo de París.
Después, el presidente Xi Jinping de China y el presidente Hollande de Francia acordaron que se debía incluir en el acuerdo climático algún mecanismo para monitorear cada 5 años los avances en la reducción de las emisiones.
Por su parte, el presidente Obama anunció el pacto empresarial –que ya incluye a 81 empresas, entre ellas algunas petroleras y un tercio de las 50 empresas más grandes de Estados Unidos—para adoptar medidas más contundentes contra el cambio climático. La Casa Blanca anunció que intentará lograr más compromisos empresariales antes de la reunión de París.
Los pactos de empresas petroleras contra el cambio climático
A mediados de octubre, 10 de las empresas petroleras más grandes del mundo también adoptaron compromisos para reducir las emisiones. Estas empresas representan una quinta parte de la producción global de petróleo y gas. Incluyen a Pemex, BG Group, BP, Eni, Reliance Industries, Repsol, Saudi Aramco, Shell, Statoil y Total.
Sin embargo, los grupos verdes los acusaron de hipócritas. Y enfrentaron la oposición de la industria del carbón. Fue notable la falta de apoyo de las petroleras estadounidenses, en especial de Chevron y Exxon Mobil, que se negaron a firmar el pacto.
¿Cuáles son los retrocesos?
En Bonn, a mediados de octubre, se empantanaron nuevamente las últimas negociaciones previas a la Conferencia de París. En esta ocasión, los desacuerdos ya no se centraron en los compromisos para reducir las emisiones (pues en esto ha habido progresos importantes), sino en el financiamiento para que los países en desarrollo puedan enfrentar y adaptarse al cambio climático.
En este aspecto, la posición de los países en desarrollo sigue como siempre. Ellos sostienen que los países avanzados deben asumir los costos de afrontar el calentamiento global, pues ellos son los causantes del problema. Y cuestionan los montos que éstos han aportado o aportarán. Señalan que para llegar a los $100 mil millones de dólares que habían prometido, los países ricos cuentan como ayuda contra el cambio climático, la ayuda para el desarrollo que han transferido a los países menos desarrollados; es decir, contando doble sus contribuciones.
A su vez, los países más ricos insisten en que el mundo ha cambiado mucho en los últimos 20 años, de manera que algunos países --como Brasil, Sudáfrica y China-- se han transformado económicamente y bien podrían ser donantes. (De hecho, el mes pasado China se comprometió a donar $3 mil millones de dólares al Fondo Verde.)
¿Se logrará el acuerdo?
Surge el temor de que en París la Conferencia de las Partes (COP21), en la que desde fines de noviembre tendrán lugar las últimas negociaciones del acuerdo, fracase tan espectacularmente como fracasó la COP 15 en Copenhague.
Las naciones ricas se recuperan muy lentamente de la crisis financiera y aplican la austeridad para afrontar las deudas públicas. Posiblemente resulte insuperable el tema del financiamiento para frenar el calentamiento global y para ayudar a las naciones menos desarrolladas a mitigar los efectos y adaptarse al cambio climático. Pero por costoso que sea el combate al cambio climático, no hay más remedio que gastar. Un moribundo de sed pagará cualquier cosa por un vaso de agua.
Por cuestiones de sobrevivencia humana, ojalá que no se pierda esta oportunidad única para lograr un gran acuerdo.
BREVES
La cervecera gigante Anheuser-Busch InBev acordó pagar $104 mil millones de dólares para adquirir su rival SABMiller. Si las autoridades anti-monopolios en distintos países aprueban la fusión, la empresa combinada tendrá 30% de las ventas globales de cerveza. Heineken, la tercera cervecera del mundo (en la que la mexicana FEMSA tiene una participación de 20%) , enfrentará mayor competencia.
En México, la compra de Comercial Mexicana por la Organización Soriana, por $2.7 mil millones de dólares, podría ser aprobada por la Comisión Federal de Competencia en este mes de octubre.
Después de que en México, AT&T compró Nextel por $1.88 mil millones de dólares y Grupo Televisa compró Cablevisión Red por 687 millones de dólares, ahora se fusionan Alestra y Axtel para crecer en “triple play” (televisión, internet y telefonía).
La aseguradora estadounidense American International Group (AIG) venderá sus operaciones en Panamá, El Salvador, Guatemala y Honduras a la panameña Assa Cia. de Seguros.
En Estados Unidos, la fabricante de computadoras Dell y la empresa de inversión Silver Lake acordaron comprar EMC –especializada en el almacenaje de datos-- por $67 mil millones de dólares.
Western Digital Corporation, fabricante líder de discos duros, anunció su acuerdo para adquirir SanDisk, fabricante de chips de memoria y otros medios de almacenamiento de datos, por $19 mil millones de dólares.
La empresa británica Cable & Wireless Communications negocia la adquisición de Liberty Global, operador europeo de cable y comunicaciones inalámbricas controlado por John C. Malone. Si se logra la transacción, aumentará la presencia de Cable & Wireless en América Latina y el Caribe.
Lam Research, fabricante de equipo de semiconductores, acordó comprar KLA-Tencor por $10.6 mil millones de dólares.
El Intercontinental Exchange (ICE), dueño del New York Stock Exchange, comprará el Interactive Data Corporation por $5.2 mil millones de dólares, al superar las ofertas de Nasdaq y de Markit.. Interactive Data publica datos financieros.
IBM anunció su acuerdo para adquirir la mayor parte de los activos del Weather Company (incluido el sitio Weather.com). No divulgó los términos, pero el Wall Street Journal estima que el monto de la transacción supera los $2 mil millones de dólares.
Duke Energy, proveedor de energía eléctrica para el sureste y centro de Estados Unidos, acordó adquirir Piedmont Natural Gas por $4.9 mil millones de dólares, como parte de su transición del uso del carbón al gas.
Walgreens Boots Alliance, la cadena farmacéutica de Estados Unidos, acordó comprar Rite Aid, otra de las cadenas farmacéuticas gigantes, por $9.4 mil millones de dólares. Falta la aprobación de las autoridades anti-monopolios.
DESCIFRANDO:
En su reciente actualización de las proyecciones de crecimiento para 2015 y 2016, la OCDE observa que se han debilitado un poco las perspectivas del crecimiento global y ha aumentado la incertidumbre.
El pronóstico del crecimiento global en 2015 se redujo del 3.3% previsto en julio, a 3.1%. En 2014, la tasa observada fue de 3.4%.
Para 2016 también hubo un ajuste a la baja, de 3.8% a 3.6%.
Se prevé cierto aceleramiento en las economías avanzadas, especialmente en Estados Unidos y la zona euro.
Mientras que en 2014 el crecimiento para este grupo de países fue de 1.8%, para 2015 y 2016 se proyectan tasas de 2.0 y 2.2%, respectivamente.
En las economías emergentes y en desarrollo, por quinto año consecutivo se proyecta un declive en el crecimiento.
Mientras que en 2014 su crecimiento fue de 4.6%, las proyecciones para 2015 y 2015 ubican la tasa en 4.0 y 4.5%, respectivamente, 0.2 puntos porcentuales menos que lo previsto en julio.
A este grupo de países les ha pegado fuerte la caída en los precios de los commodities que muchos de ellos exportan (petróleo, metales, granos).
Se prevé cierta recuperación el año próximo porque, aunque países como Brasil seguirán en recesión, la tasa negativa será menor que este año.
Entre los principales riesgos para la economía mundial:
Una desaceleración mayor que la prevista en China.
El probable impacto de la volatilidad cambiaria cuando Estados Unidos suba sus tasas de interés.
Entre las economías avanzadas, el riesgo de deflación.