Impacto Económico de las Elecciones en Grecia
Economía Global N.169
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El nuevo primer ministro buscará acabar con la austeridad y renegociar la deuda externa; si no lo logra, ¿saldrá Grecia de la zona euro? ¿Cuál sería el impacto?
Una vez más, Grecia atrae la atención mundial. Después de 6 años de austeridad impuesta por los acreedores del rescate al país, se dispara la deuda pública, el producto se encuentra 26% por debajo del nivel pre-crisis, el desempleo alcanza 26% de la fuerza laboral y sobrepasa el 50% entre los jóvenes. La gente no aguanta más, como se vio en el resultado de las recientes elecciones parlamentarias.
En los comicios, al partido de izquierda anti-austeridad Syriza sólo le faltaron dos escaños para tener la mayoría absoluta parlamentaria. El nuevo primer ministro y líder de Syriza, Alexis Tsipras, formó una coalición con el partido de ultra-derecha ANEL para asegurar la mayoría. Más allá de la tendencia pro-rusa de ambos partidos, la única coincidencia es su feroz oposición a la austeridad y las condiciones del rescate impuestas por la troika de acreedores institucionales (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).
Ciertamente, el nuevo gobierno prometió terminar con la austeridad y renegociar la deuda, pero los gobiernos y las instituciones europeas insisten en que Grecia deberá cumplir los compromisos adquiridos para obtener el rescate. Es decir, no se ven dispuestos a aliviar la carga de la deuda, ni seguir financiando a Grecia si el país no cumple rigurosamente con sus compromisos de reforma estructural y reducción del déficit fiscal.
Ahora entre bancos e inversionistas hay pánico en torno a las siguientes cuestiones: ¿Caerá Grecia en default? ¿Podrá renegociar su deuda? ¿Tendrá que salir de la zona euro? Y si así fuera, ¿cuáles serían las implicaciones para la economía europea y para la unión monetaria?
El riesgo de default
A pesar de los ajustes fiscales, la deuda pública griega crece y alcanza 175% del PIB, lo cual es una proporción claramente insostenible para ese país.
¿Cómo podría Grecia sostener superávits fiscales durante años para pagar la deuda? Se había programado un alza en el superávit primario –que excluye el servicio de la deuda—desde 1.5% del PIB en 2014, a 4.5% a partir de 2016. Una exigencia poco realista, en términos sociales y políticos.
Peor aún, al conocerse el resultado de las elecciones, el temor de un default provocó ventas precipitadas de los bonos soberanos. En unas cuantas horas el rendimiento de los bonos a 3 años subió a 17%. En esas condiciones, el financiamiento de la deuda se ve imposible sin el apoyo institucional europeo. Y si se da marcha atrás en los planes de austeridad, al parecer esa puerta se cierra.
El nuevo gobierno ya está proponiendo swaps de deuda que significan una reestructuración con pérdidas para los tenedores de los bonos. En 2012, Grecia ya tuvo que reestructurar la deuda. Los inversionistas privados tuvieron que aceptar pérdidas cuantiosas. En esta ocasión, cualquier reducción de la deuda tendría que provenir del Banco Central Europeo y de los gobiernos que aportaron el rescate. Esto sería políticamente muy difícil para países como Alemania, Holanda y Finlandia. Fortalecería a los partidos de derecha que se oponían al rescate. Propiciaría nuevas demandas de alivio por parte de otros países en problemas, como Irlanda, Portugal y España. Pero si no se proporciona el alivio, Grecia podría verse obligada a abandonar la zona euro.
¿Cuál sería el impacto si Grecia se retira de la zona euro?
Grecia sería la primera afectada por el desmembramiento de la zona euro. Al sustituirse el euro por una moneda nacional, eventualmente podría beneficiarse de una fuerte devaluación de esa moneda frente al euro. Así podría aumentar sus exportaciones, fuente de un nuevo crecimiento. Pero éste es un proceso gradual, que tardaría años. Mientras tanto Grecia sufriría una fuerte crisis, con inflación, más desempleo, interrupción de sus relaciones comerciales y financieras con el resto de los países europeos y efectos catastróficos en el sector bancario.
Para la unión monetaria la posibilidad de que Grecia salga de la zona euro es también motivo de grave preocupación. Demostraría que la unión monetaria no es un arreglo permanente y significaría una pérdida de credibilidad para el euro. En adelante, cada crisis en algún país miembro de la zona euro conduciría a cuestionamientos sobre su permanencia en la unión monetaria. Y de inmediato, el hecho pondría en peligro la eventual recuperación económica, sumiendo a la economía europea en su marasmo de estancamiento, deflación y desempleo.
¿Qué se puede hacer?
Los gobiernos y las instituciones europeas tendrán que sopesar por lo menos las siguientes posibles respuestas a la postura griega:
1. Aceptar las propuestas de Syriza de llevar a cabo swaps de deuda, ligando los bonos al crecimiento y manteniendo superávits fiscales primarios.
2. Buscar formas de reducir la carga de la deuda mediante reducciones en las tasas de interés y alargamiento de los plazos para las obligaciones de pago.
3. Perdonar parte de la deuda, a cambio de llevar a cabo reformas estructurales. Una decisión políticamente escabrosa para los países nórdicos de Europa y también para países que, como España, se han ceñido a todos los requerimientos de los acreedores.
4. Mostrarse inflexibles y dejar que Grecia caiga en moratoria de pagos y salga de la zona euro.
Ciertamente es del interés de todos, griegos, europeos y ciudadanos del mundo, que Grecia permanezca en la zona euro, con ayuda europea. Éste es un llamado para que los europeos recapaciten sobre sus instituciones y su capacidad para prevenir problemas, ayudar a superarlos, y solucionar crisis.
BREVES
Según Thomson Reuters, 2014 fue uno de los años más activos en fusiones y adquisiciones. Se llevaron a cabo 40,298 transacciones por un valor total de casi $3.5 billones (millones de millones) de dólares.
Después de que en noviembre AT&T comprara Iusacell en México por $2.5 mil millones de dólares, ahora acordó adquirir Nextel México por $1.9 mil millones de dólares.
La empresa mexicana Cemex adquirió de Holcim todos sus activos en la República Checa y, en España, la cementera Gador, en Almería y la molienda de cemento Yeles en Toledo. Pagó a Holcim por esta operación 45 millones de euros en efectivo (unos $53.81 millones de dólares. Por otra parte, Cemex vendió a Holcim sus activos en la parte oeste de Alemania.
El Banco Santander aumentará el capital por medio de una venta de acciones de la empresa. Anunció que la meta es aumentar el capital en 7.5 mil millones de euros ($8.9 mill millones de dólares).
El Royal Bank of Canada acordó comprar el banco City National Corporation con sede en Los Angeles, pagando $5.4 mil millones de dólares.
En Bermuda, las aseguradoras PartnerRe y Axis Capital Holdings se fusionarán, creando una empresa cuyo valor combinado se estima en $11 mMd.
La aseguradora irlandesa XL Group acordó adquirir Catlin Group de Bermuda por $4.2 mMd.
Yahoo desincorporará su participación de 15.4% en Alibaba, la empresa china de comercio en línea, para formar una empresa separada. Esa participación vale $39.5 mil millones de dólares y constituye 85% del valor de mercado de Yahoo.
Después de una larga batalla para adquirir el Club Mediterranée, finalmente lo adquiere el grupo chino Fosun International, y se retira el inversionista italiano Anrea C. Bonomi. La transacción valúa el Club Med en $1.1 mil millones de dólares.
Las empresas empacadoras MeadWestvaco y RockTenn acordaron fusionarse, creando una empresa valuada en $16 mil millones de dólares.
Continúa la ola de fusiones en la industria farmacéutica:
La irlandesa Shire acordó comprar NPS Pharmaceuticals de EUA por $5.2 mMd.
Roche adquiere una participación mayoritaria en Foundation Medicine por $1.18 mMd para fortalecer los tratamientos anticancerígenos.
Johnson & Johnson adquiere, por $509 mdd, la licencia de ACImmune de Suiza para tratar Alzheimer´s.
Biogen Idec de EUA compra la británica Convergence Pharmaceuticals por $200 mdd más otros $475 mdd si tienen éxito los medicamentos experimentales.
Tekmira Pharmaceu-ticals de Canadá se fusiona con OnCore Biopharma de EUA, para desarrollar medicamentos contra la hepatitis B.
DESCIFRANDO:
En sus últimas proyecciones del crecimiento mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial coinciden en los siguientes aspectos:
Las perspectivas de la economía global son menos favorables que lo previsto en los informes anteriores, debido al débil desempeño de la zona euro, Japón y varias economías emergentes.
Estados Unidos crecerá a una tasa acelerada en 2015 y ese ritmo se sostendrá en 2016, aunque con una ligera moderación.
En Japón y la zona euro, el crecimiento será lento en 2015 y 2016.
Aunque China crece con gran rapidez en comparación con otros países, el ritmo de expansión se frena y se seguirá frenando en los próximos dos años.
En cambio, India crece cada vez más aceleradamente, y esta tendencia se sostendrá.
Rusia sufrirá una fuerte contracción este año, por la caída en los precios petroleros y las sanciones de occidente.
El estancamiento de la economía de Brasil continuará por lo menos durante este año.
Según ambas fuentes, el crecimiento de México en 2014 fue de 2.1%, pero se acelerará a más de 3% en 2015. o Esta proyección probablemente se revisará a la baja, pues la economía se frenará por el recorte al gasto público recientemente anunciado de $124 mil millones de pesos.