¿Qué pasa en Brasil?
Economía Global N.150
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Hace un par de años, Brasil era uno de los países de más rápido crecimiento en el mundo. Ahora hay estancamiento económico y descontento social.
Las protestas multitudinarias en Brasil en los últimos días revelan un profundo malestar social. La gente comenzó a protestar por el alza en las tarifas del transporte público, pero muy pronto los reclamos se extendieron a la corrupción entre los funcionarios públicos, los precios elevados, la falta de servicios públicos adecuados (especialmente en salud y educación) y el excesivo gasto en las Copas futboleras y la Olimpiada. ¿Cuál es el fondo de este movimiento?
Sin duda, el descontento social en Brasil comparte muchas de las características de las protestas que recientemente han involucrado a decenas de miles de personas en Chile y Argentina. Surge espontáneamente, sin liderazgo de partido político, y el malestar o la indignación de los ciudadanos se ventila por las redes sociales. De todos modos, en el caso específico de Brasil, hay motivos para pensar que el origen del malestar es fundamentalmente económico. Un día antes de las protestas, la agencia de noticias Reuters reportaba una baja en la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff por causa del estancamiento económico.
En 2010, Brasil crecía al 7.5% anual y era un gran imán para la inversión extranjera. El año pasado, la economía apenas creció al 0.9%. Los resultados del primer trimestre de 2013 quedaron además muy por debajo de las expectativas. A pesar de que las cosechas fueron extraordinarias (con un incremento de 17% respecto al mismo periodo de 2012), la economía sólo creció 0.55% sobre el último trimestre del año pasado. Es decir, las buenas cosechas apenas evitaron que la economía cayera en contracción. Por su parte, la producción industrial se desplomó.
Los capitales se están retirando del país de manera acelerada. Además, a principios de junio Standard & Poor´s bajó la perspectiva de la deuda soberana de estable a negativa, a pesar de que Brasil está muy lejos de llegar a un endeudamiento semejante al de los países europeos. (La deuda pública bruta es menos de 70% del PIB, contra 80% en Alemania, y la deuda externa es apenas 4% del PIB.) La agencia evaluadora del riesgo indicó que podría bajar la calificación en los próximos dos años si continúa el lento crecimiento y el debilitamiento fiscal y externo, con lo cual –según S&P´s-- disminuiría la capacidad de Brasil de manejar un choque externo.
Causas del desplome económico
Hace apenas medio año, parecía que todo iba bien en la economía brasileña. Ya se notaba la fuerte desaceleración, pero se pensaba que se trataba de un problema pasajero. Tanto la CEPAL como el FMI proyectaban para este año un crecimiento cercano al 4%, a pesar del panorama que se aprecia en esta gráfica de la CEPAL:
Ahora, los pronósticos oficiales de Brasil se han revisado a la baja y sitúan el crecimiento en 2013 en 2.7% (si es que se cumple el pronóstico). S&P´s espera sólo 2.5%. ¿Qué ha sucedido?
Entre los problemas que enfrenta Brasil:
Inflación. No es excesivamente elevado el incremento en los precios al consumidor, comparado con los años de hiperinflación. El año pasado el incremento fue de 5.4%, un nivel históricamente muy reducido. Pero en abril, el ritmo de alza subió a 6.5% anual. Fue suficiente para desalentar el consumo y hacer caer las ventas al menudeo. También llevó al banco central a subir las tasas de interés (pues el límite superior de la meta es 6.5%), con lo cual se estrangula el crédito. Ya el año pasado, a pesar de que se expandía la base monetaria y bajaba aceleradamente la tasa de interés, la expansión del crédito perdió dinamismo debido a una mayor cautela de los bancos ante el incierto entorno externo y un posible agravamiento de la morosidad. Esta tendencia se acentúa ahora con las alzas recientes en las tasas de interés.
Depreciación cambiaría Desde agosto de 2011, el real brasileño se ha devaluado 42% frente al dólar. La depreciación cambiaria continúa, y contribuye al alza de los precios vía el costo de los bienes intermedios importados. Esta presión al alza no puede ser controlada subiendo la tasa de interés.
Deterioro de la balanza comercial. La depreciación cambiaria en teoría debería mejorar la competitividad del país, pero de todos modos las exportaciones disminuyen tanto en precios como en volumen. En 2012, cayeron 4% y 1.5%, respectivamente. La CEPAL reporta que el año pasado sólo crecieron las exportaciones a Estados Unidos, mientras que se registraron fuertes caídas en las exportaciones al Mercosur (especialmente de bienes automotrices a Argentina), la Unión Europea (que cayó en recesión) y China (donde se está frenando el crecimiento y la demanda de commodities). También se redujeron las importaciones –como consecuencia del freno económico—así es que el déficit de la cuenta corriente (que incluye transferencias y pagos de intereses) se ha mantenido aproximadamente estable, aunque por razones no deseables.
Lo que es alarmante es que el excedente comercial tradicional de este país exportador, pasó a un déficit de $6.2 mil millones de dólares en los primeros cuatro meses de 2013. En el mismo periodo de 2012, el superávit había sido de $3.3 mil millones de dólares. El debilitamiento de la economía global está teniendo un fuerte impacto negativo, además de que han caído las exportaciones petroleras.
Así, es probable que continúe la depreciación cambiaria, lo cual –junto con el deterioro económico y, hasta hace poco, los controles de capitales-- ahuyenta a la inversión extranjera.
Insuficiente inversión privada interna. En comparación con otros países de la región, son reducidos el ahorro y la inversión como proporción del producto. Sólo ascienden a 18% del PIB.
Ante estos y otros problemas, no bastan para impulsar la economía las políticas de estímulo fiscal que está aplicando el gobierno: las reducciones en los impuestos; los estímulos al consumo, la producción y la inversión privada; las alzas salariales; los proyectos de infraestructura, y los gastos en Copas futboleras. Brasil no parece estar en condiciones de retomar la senda del crecimiento acelerado mientras no mejoren la economía global, la certidumbre y la confianza empresarial.
¿Y las protestas sociales?
Cuando las cosas van mal, es particularmente intolerable cualquier indicio de mal gobierno o de acciones que lesionan el bienestar de las personas. Así se explica la indignación popular por la corrupción, las alzas de tarifas, o el mal servicio hospitalario. Es comprensible también la falta de aceptación de las propuestas de reforma presentadas por la presidenta Rousseff, que parecían ceder ante las demandas de la gente. El malestar ante el deterioro económico se transforma en indignación social difícil de controlar. Sólo la euforia por el triunfo de Brasil en la Copa de Confederaciones podrá tal vez acabar con las protestas sociales.
ESTADOS UNIDOS Y EL FIN DEL QE3
Las declaraciones del presidente de la Fed sobre el posible fin --hacia mediados de 2014-- de las compras de activos, causaron el desplome de las bolsas del mundo
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal en Estados Unidos, quiso preparar a los mercados ante una posible gradual disminución de las compras de activos conocida como QE3. Jamás se imaginó la violenta reacción de los mercados alrededor del mundo. Se desplomaron las bolsas y comenzó una desenfrenada venta de bonos corporativos y de gobierno. No sólo los inversionistas privados se deshacen de esos activos; en las últimas semanas los bancos centrales vendieron cantidades récord de bonos del Tesoro de EUA.
Las tenencias de esos instrumentos en la Fed por parte de las instituciones oficiales extranjeras se redujo $32.4 mil millones de dólares en la última semana de junio, superando la caída récord anterior de $24 mil millones de dólares en agosto de 2007.
¿Qué fue lo que dijo Bernanke?
Señaló que la economía de Estados Unidos está mejorando más rápido de lo previsto anteriormente y los riesgos han disminuido en comparación con la situación existente en otoño del año pasado. (Un informe de la Fed que se dio a conocer el mismo día prevé que la tasa de desempleo bajará a entre 6.5% y 6.8% para fines de 2014.) Así, Bernanke indicó que más tarde este año, si la economía sigue mejorando y baja el desempleo, la Fed podría comenzar a disminuir gradualmente sus compras de instrumentos del Tesoro y de bonos respaldados por hipotecas. (Actualmente, esas compras ascienden a $85 mil millones de dólares mensualmente.) Bernanke también dijo que las compras de activos QE3·podrían terminar del todo cuando la tasa de desempleo baje a 7%, lo cual la Fed espera sucederá hacia mediados de 2014. Pero hasta entonces, aunque la Fed comience a retirarse de las compras de activos, continuará aumentando sus tenencias de bonos, por lo que seguirá habiendo un efecto de estímulo. Además, los réditos permanecerán cercanos a cero mientras la tasa de desempleo sea mayor al 6.5% e incluso más tiempo, si la inflación sigue siendo baja.
Los mercados se desplomaron como si Bernanke hubiera anunciado el fin inmediato del QE3.
¿Cómo explicar la reacción virulenta?
En los mercados especulativos, pierden los últimos en seguir las tendencias. Por lo tanto, todos procuran ser los primeros. Y se espera que los precios de bonos y acciones bajen a medida que terminen las compras de la Fed. Incluso, hay quienes piensan que esas compras están creando burbujas especulativas, que pueden reventar en cualquier momento. Así, cunde el pánico.
Además, tuvieron que vender rápidamente quienes habían comprado bonos con préstamos, apostando a que la Fed continuaría su política de estímulos por más tiempo.
Algunas consecuencias previsibles
Los funcionarios de la Fed hacen todo lo posible por calmar a los mercados, insistiendo en que el fin del QE3 será muy gradual y que no se aplicará hasta que las condiciones económicas sean favorables. Ojalá que sus esfuerzos tengan éxito. De lo contrario, si continúan las ventas de bonos y acciones y sus precios siguen cayendo:
Las empresas tendrán problemas para financiar sus proyectos, pues no podrán colocar sus bonos.
Algunas ofertas públicas iniciales fracasarán o se cancelarán (ver la sección Breves).
Los rendimientos mayores de los bonos presionarán al alza las tasas de interés.
Las familias verán reducido su patrimonio y, por el efecto riqueza, tenderán a gastar menos, especialmente en viviendas.
Todo lo anterior podría obstaculizar la recuperación económica no sólo de Estados Unidos, sino del resto del mundo.
BREVES
Después de que Dish Network superó la oferta de Sprint Nextel para adquirir Clearwire, Sprint aumentó su oferta 47%, valuando la empresa en $14 mil millones de dólares. Finalmente, Dish se retiró de la contienda.
Dish Network también se retiró de la brega por adquirir Sprint. Así, el camino quedó despejado para que SoftBank de Japón adquiera el control mayoritario de Sprint, pagando $21.6 mil millones de dólares. Los accionistas de Sprint ya aprobaron la adquisición.
Vodafone, el gigante británico de las telecomunicaciones, anunció que comprará Kabel Deutschland, la mayor empresa cablera de Alemania, por $10.1 mil millones de dólares. Liberty Global también tiene interés en adquirir Kabel y posiblemente aumente su oferta.
En Canadá, la cadena de supermercados Sobeys acordó pagar $5.8 mil millones de dólares en efectivo para adquirir las operaciones canadienses de Safeway.
Suntory Beverage and Food lanza en Tokio su oferta pública inicial, con la que espera reunir $3.96 mil millones de dólares. La cifra es menor a la que inicialmente buscaba Suntory, pero en Japón (como en el resto del mundo) se desplomaron los mercados bursátiles.
La empacadora de carne china Shuanghui International acordó comprar Smithfield Foods de Estados Unidos por $4.7 mil millones de dólares, pero enfrenta la resistencia de los reguladores y los senadores estadounidenses. La compra será revisada por el Comité de Agricultura del Senado. China insiste en que su intención es importar carne de cerdo, pero los legisladores argumentan que podrían bajar los estándares de calidad y sanidad del procesamiento.
La mayor empresa cementera de Brasil, Votorantim Cimentos, canceló su oferta pública inicial por causa del empeoramiento de las condiciones del mercado. Su intención había sido de reunir $4.7 mil millones de dólares en Sao Paulo y Nueva York.
En Brasil, la empresa gigante procesadora de carne y aves JBS acordó comprar de Marfrig sus subsidiarias Seara Brasil y Zenda, asumiendo la deuda de éstas (que asciende a $2.7 mil millones de dólares).
DESCIFRANDO:
El 12 de junio, el Banco Mundial dio a conocer sus Perspectivas Económicas Mundiales (Global Economic Prospects), publicación bianual que en esta ocasión llevó por título: Crecimiento menos volátil, pero más lento.
Sin duda el crecimiento será más lento este año, pero días después surgió una gran volatilidad mundial por el posible fin del QE3 en Estados Unidos.
Destacan las siguientes estimaciones:
La zona euro se contraerá 0.6% este año. (Francia e Irlanda son los países que más recientemente se han pronunciado en recesión).
Estados Unidos crecerá aproximadamente a la misma tasa que el año pasado, aunque ligeramente menos (2% contra 2.2% en 2012).
En virtud de los estímulos que aplica el gobierno japonés, el Banco Mundial revisó al alza la estimación del crecimiento de Japón en 2013 (de 0.8% a 1.4%).
Como lo hizo el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial bajó su pronóstico del crecimiento de China. Ahora estima un 7.7% anual de crecimiento este año.
India, Brasil y México también crecerán menos. La proyección para México es 3.3% y la de Brasil 2.9%, pero en ambos casos las estimaciones oficiales ya son menores a esas cifras (3.1% en México y 2.7% en Brasil).