Japón: ¿Guerra de Divisas?
Economía Global N. 146
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El yen se deprecia y una tras otra divisa también, pero ningún país acepta que eso suceda por razones proteccionistas. ¿Cuál es la verdad?
El tema de las devaluaciones competitivas –que hoy en día se denominan “guerra de divisas”—fue central en la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20. El 16 de febrero pasado, cuando en Moscú se dio a conocer el comunicado de la reunión, la atención global se centró en los párrafos pertinentes.
Como siempre, los asistentes rechazaron el proteccionismo. El documento contiene el siguiente compromiso: “Nos abstendremos de las devaluaciones competitivas. No estableceremos metas para nuestros tipos de cambio por motivos competitivos, resistiremos todas las formas de proteccionismo y mantendremos la apertura de nuestros mercados.”
Lejos de calmar a los inversionistas, esta afirmación detonó una ola especulativa en los mercados cambiarios. El hecho de que el comunicado no mencionara a Japón se interpretó en el sentido de que no había objeciones a las políticas de ese país, que están llevando a una depreciación continua de su moneda. Es decir, que el yen seguirá desplomándose sin oposición de la comunidad internacional.
Japón y la depreciación del yen
Desde septiembre pasado, la moneda japonesa se ha depreciado 20% frente al dólar. ¿Es esto una política proteccionista deliberada? En parte, es probable que sí. La depreciación del yen genera temores en torno al inicio de una guerra de divisas.
El gobierno de Japón sostiene enfáticamente que sus políticas tienen la intención de estimular la economía y combatir la deflación, y de ningún modo constituyen una política proteccionista. No deja de ser cierto que alguna vez un funcionario japonés se pronunció en contra de permitir que aumente el déficit comercial por causa de un tipo de cambio sobrevaluado. Y es que en 2012 Japón registró un déficit comercial récord, por $78 mil millones de dólares. Es además el segundo año en que este país -- tradicionalmente una gran potencia exportadora-- presenta un saldo negativo en su comercio exterior.
La tendencia continúa en 2013, a pesar del debilitamiento del yen. En términos mensuales, el déficit comercial de enero es el mayor de la historia, aproximadamente equivalente en tamaño al superávit récord de septiembre, 2007.
¿Qué está sucediendo con la balanza comercial de Japón?
Como consecuencia de la crisis global de 2008, no sólo se redujeron las exportaciones de Japón al bajar la demanda exterior, sino que se creó una apreciación del yen frente a otras monedas. El año pasado la situación se complicó todavía más:
Sólo 2 de los 50 reactores nucleares que quedan después del terremoto y el tsunami, siguen generando electricidad. El país tiene que importar gas natural y otros combustibles para generar energía.
Las exportaciones de autos se desplomaron; primero por el tsunami y, después, por los conflictos territoriales con China.
Las exportaciones a la zona euro, que se encuentra en recesión, cayeron 15% en 2012.
En cambio, las exportaciones a Estados Unidos --incluidas las de autos-- subieron 11.7% el año pasado, pero esto no bastó para compensar los demás factores mencionados.
Las exportaciones a China ya comienzan a aumentar nuevamente. No obstante –a pesar de la depreciación de la moneda-- las expectativas son que seguirá habiendo déficit comercial durante por lo menos tres años más.
Otros problemas económicos
Uno de los problemas más preocupantes de la economía japonesa es que la deuda pública asciende a más del doble del PIB. Esto ya era cierto en 2010, cuando la deuda pública llegó a 215% del PIB. Ahora, después de los desastres naturales de 2011 y el esfuerzo de reconstrucción, el FMI estima que en 2013 la proporción llegará a 245%.
La mayor parte de la deuda está en manos de japoneses y, por tanto, no es centro de la atención mundial como lo es la deuda de Grecia. Hasta ahora, los excedentes comerciales han permitido financiar la deuda pública sin necesidad de recurrir a los inversionistas extranjeros. Esta posibilidad se desvanece con el surgimiento de los déficits comerciales.
Por otro lado, Japón lleva dos décadas luchando contra un crecimiento excesivamente lento y un proceso de deflación. Éste es un lastre para el crecimiento porque, si se piensa que bajarán los precios, el consumo se pospone. Y actualmente, el nivel de precios al consumidor está ligeramente por debajo del nivel de hace 20 años.
Así, en los últimos 20 años, sólo en cuatro ocasiones la tasa de crecimiento superó –por pequeño margen- el 2% anual. La excepción fue 2010, cuando la tasa de expansión fue de 4.5%; pero en realidad, ésta no fue más que la recuperación del -5.5% registrado en 2009. En 5 de los últimos 20 años, el crecimiento fue negativo.
La situación es bien conocida por los bancos centrales y los ministerios de finanzas del G20. Eso explica por qué, en el comunicado del grupo en Moscú, no hubo condena a las políticas de estímulo del primer ministro Shinzo Abe. Un derrumbe de la tercera economía mundial tendría consecuencias gravísimas para el resto de los países.
Para el FMI, la prioridad en Japón es reforzar el nuevo énfasis en torno a elevar el crecimiento y la inflación por medio de un relajamiento de la política monetaria (si bien se requiere una estrategia de consolidación fiscal en el mediano plazo).2 Y Ben Bernanke, el presidente de la Fed, en testimonio ante el Senado reconoció que muchos países (sin referirse explícitamente a Japón) tienen que aplicar políticas de estímulo para reactivar la economía. Sostuvo que esto es muy diferente de elevar las tarifas para impedir la importación.
¿Hay, o no hay, una guerra de divisas?
Es cada vez más evidente que muchos países, y no sólo Japón, están recurriendo a prácticas proteccionistas (entre ellas, las devaluaciones). Algunos analistas hablan de una guerra comercial, más que de una guerra de divisas.
Se puede justificar la política de Japón, pero ciertamente ese país aplica estímulos monetarios y fiscales que conducen a la depreciación del yen.
Esta política se exacerba por la especulación en los mercados. Los fondos de cobertura y otros inversionistas apuestan a obtener grandes ganancias vendiendo en corto el yen (shorting the yen): venden yenes que no tienen para comprarlos después a un tipo de cambio más barato. Así, aceleran la caída del yen.
Desde hace meses, Suiza interviene deliberadamente para evitar la apreciación del franco suizo, pues ésta perjudica su equilibrio exterior.
El euro se ha depreciado 4.6% desde inicios de febrero. Esto se atribuye a las expectativas en torno a la crisis de la deuda, pero llama la atención que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, dejó ver que si sube el euro, se evaluará el impacto sobre los precios (¿y una posible intervención del BCE?)
La libra esterlina se ha depreciado 8.6% desde enero. Ahora la caída se acelera por la especulación, después de que Moody´s bajó la calificación de la deuda soberana del Reino Unido.
Venezuela devaluó su moneda, causando pánico en los mercados latinoamericanos.
Brasil aplica controles de cambios.
Argentina aplica un gran número de medidas proteccionistas que suscitan airadas protestas –especialmente de la Unión Europea—ante la Organización Mundial de Comercio.
Frente a la depreciación de otras monedas, sube el tipo de cambio del dólar y el de otros países cuya moneda se mueve junto con el dólar. El peso mexicano se aprecia aun frente al dólar, lo cual comienza a afectar las exportaciones de México.
El Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio tienen frente a sí una gran responsabilidad para evitar la proliferación de las medidas proteccionistas. La mejor defensa contra ello es la rápida recuperación de la economía mundial.
PERSPECTIVAS DEL CRECIMIENTO EUROPEO
Los pronósticos de la Comisión Europea prevén más recesión este año y un fuerte aumento en el desempleo
A inicios de 2013, el euro se recuperaba gracias al renovado optimismo en torno a la economía europea. En la zona euro, parecía que se superaba la crisis de la deuda soberana y se disipaban los temores de una fragmentación del bloque de países. Bajaban los costos de financiar las deudas de países como Italia y España. Ciertamente Europa se encontraba en recesión, pero se tenía la la expectativa de que la contracción sería pasajera. Así lo declaró Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo; y, en Alemania, la confianza de los inversionistas se encuentra en su mejor nivel en casi tres años.
¿Podrá sostenerse el optimismo de los inversionistas? No son favorables los datos económicos que salieron a la luz a finales de este mes, y en varios países la situación política se complica.
Pronósticos de la Comisión Europea
El reporte más reciente de la Comisión Europea3 indica que en el segundo semestre del año pasado, la debilidad de la actividad económica resultó en una contracción del PIB de la zona euro de 0.6% para 2012, y de 0.3% en el PIB de la Unión Europea; una contracción muchísimo más grave de lo que habían esperado los analistas. Y, aunque se espera cierta recuperación en el segundo semestre de este año, la zona euro seguirá sumida en la recesión: el producto caerá un 0.3% adicional este año. Para la Unión Europea en su conjunto, el panorama tampoco es alentador. En 2013 se espera que la actividad económica permanezca estancada, con un escaso 0.1% de crecimiento (si se cumple el pronóstico de la Comisión Europea).
La tasa de desempleo es aún más preocupante. Aunque se espera un freno al declive en la actividad económica, lejos de reducirse el desempleo, la tasa aumentará este año hasta 12.2% en la zona euro y 11.1% en la Unión Europea. Peor aún, en ese nivel se quedará el desempleo en 2014, aunque se recupere la economía.
En algunos países, los “periféricos” que llevan más tiempo con procesos recesivos, las tasas de desempleo son muchísimo mayores. En España y Grecia llegarán a 26.9% y 27% este año; en Portugal al 17.3%, y en Irlanda al 14.6%.
Entre los jóvenes el desempleo es todavía más agudo, lo cual genera graves problemas sociales que perdurarán por muchos años.
¿Cómo se compara esta situación con la de otros países avanzados? Realmente muy mal. En Estados Unidos, donde una de las principales preocupaciones es la elevada tasa de
desempleo, ésta se encuentra en 7.8%, un nivel mucho menor.En Japón, donde hay fuertes tendencias recesivas, la tasa de desempleo es de apenas 4.3%. En Europa, sólo Alemania, Luxemburgo y Austria tienen tasas comparables.
Tal vez sea oportuno revisar el empecinamiento de las economías europeas con la estrategia de austeridad.
BREVES
Anheuser-Busch InBev intenta rescatar su adquisición de Grupo Modelo (por $20.1 mMd). Atendiendo las objeciones del Depto. de Justicia de EUA, decidió vender la Compañía Cervecera de Coahuila, fabricante mexicano de las cervezas Corona y Modelo Especial.
La empresa de inversiones Berkshire Hathaway (controlada por el multimillonario Warren E. Buffet) y 3G Capital Management (el fondo brasileño del multimillonario Jorge Paulo Lemann) adquieren la empresa estadounidense H.J. Heinz, productora de cátsup, mostaza y salsa inglesa. Pagarán $23 mMd y adquieren deuda por $5 mMd, de manera que la transacción se valora en $28 mMd.)
Comcast compró de General Electric el 49% de participación que ésta aún poseía en NBCUniversal, con lo que ahora Comcast es dueña del 100%. La transacción, valuada en $16.7 mil millones de dólares, se completará en marzo.
Liberty Global, la empresa de cablevisión propiedad del multimillonario estadounidense John C. Malone, acordó adquirir su contraparte británica Virgin Media por $23.3 mMd.
Michael S. Dell, fundador de la empresa fabricante de computadoras que lleva su nombre, busca adquirir la empresa junto con Silver Lake y un préstamo de Microsoft, transformándola así en sociedad privada. Algunos de los principales accionistas se oponen a la transacción, valuada en $24 mMd.
American Airlines, la aerolínea en bancarrota, acordó fusionarse con otra aerolínea más pequeña, US Airways. La transacción --valuada en $11 mil millones de dólares—dejará al 28% de la empresa combinada en manos de los accionistas de US Airways, mientras que los accionistas, acreedores, sindicatos y empleados de American Airlines se quedarán con el 72% restante. La fusión aún depende de la aprobación de las autoridades pero, una vez concluida, creará la mayor aerolínea de Estados Unidos.
Bancolombia, el mayor banco de Colombia valuado por sus activos, acordó comprar la unidad de HSBC que opera en Panamá. La transacción está valuada en $2.1 mil millones de dólares. El director general de HSBC en Latinoamérica declaró que en adelante, HSBC dará prioridad a los mercados de Brasil, México y Argentina.
Deutsche Bank apartó €1 mil millones de euros para cubrir los costos legales de defensa por manipular la tasa Libor. Así, reportó una sorpresiva pérdida de €3 mMe en el último trimestre de 2012.
Después de pagar multas por manipular la tasa Libor, Barclays apartó $1.6 mMd adicionales para cubrir costos legales, en esta ocasión por vender instrumentos financieros de manera inapropiada a sus clientes.
El Royal Bank of Scotland acordó pagar $612 mMd de sanciones por manipular la tasa Libor. El gobierno británico tiene 82% de participación en el banco.
El banco suizo UBS reportó una pérdida de $2.1 mMd en el último trimestre de 2012, debido a los costos legales de defensa por manipular la tasa Libor. Tendrá que pagar $1.5 mMd por manipular la tasa Libor.
DESCIFRANDO:
El índice de competitividad 2013-2014 del Foro Económico Global se elabora para 144 países.
El primer lugar de clasificación lo ocupa Suiza, seguido de Singapur, Finlandia y Suecia.
Aunque el índice se construye con base en 12 pilares de criterios, los países que ocupan los primeros 10 lugares también ocupan los primeros lugares en innovación.
Según los datos disponibles de la OCDE, esos países destinan proporciones elevadísimas del PIB a la investigación y desarrollo (I&D).
En esas economías, en promedio dos terceras partes del gasto en I&D lo lleva a cabo el sector empresarial.
Entre las economías emergentes, China ocupa el primer lugar en competitividad. Destina 1.7% del PIB a la I&D.
En América Latina, Chile es el país más competitivo (lugar 33), seguido de Brasil (48) y México (49). En comparación con China, los lugares son relativamente bajos.
La falta de competitividad latinoamericana refleja la baja proporción de gasto en I&D (0.39% en Chile y 0.35% en México), así como el reducido gasto empresarial en ese rubro (menos de la mitad).